Poppelius-Gain, W. y Keewer, D. (Fennmore University).

(Trad.: Cornejo)

 

1. ¿En qué consiste la clonación de profesores?

 

Si desde una perspectiva general la clonación puede definirse como el proceso por el que se consiguen copias idénticas de un organismo ya desarrollado, de forma asexual; podemos derivar que, en el ámbito que nos ocupa, el de la docencia en enseñanza superior, la clonación de profesores no es sino el proceso por el que se consiguen copias idénticas de profesores, ya funcionarios, de forma asexual.

Resulta de suma importancia resaltar las dos condiciones fundamentales para que realmente podamos hablar de clonación eficaz de profesores:

a) Siempre se toma como punto de partida un profesor ya funcionario, y es que la clonación responde a un interés por obtener copias de una determinada tipología docente que resulte rentable a medio y largo plazo a los intereses de la institución.

b) Por otro lado, se trata de hacerlo de forma asexual. No es tanto una cuestión de moralidad, ética o de deontología profesional, como el hecho comprobado en otros ámbitos de la ciencia clonativa de que la reproducción sexual no permite obtener copias idénticas, ya que este tipo de reproducción por su misma naturaleza genera diversidad y la diversidad deriva en caos.

 

2.-  ¿Por qué la clonación de profesores?

En realidad la pregunta sería… ¿Cuales son las posibles aplicaciones de la clonación en profesores de universidad?:

Desde hace un tiempo se viene insistiendo en determinados círculos académicos en la hipótesis de que la clonación nos permitiría contar con una gran cantidad de copias idénticas de “buenos profesores” que pueden resultar de gran valor en cualquier institución de educación superior por diversos motivos: por sus características docentes (dedicación, conocimiento de la materia, conocimiento de sus estudiantes, gusto por la enseñanza,…) o por características que podemos introducir  gracias a las nuevas tecnologías de manipulación genética y que puedan responder de forma eficaz a los retos de las nuevas sociedades de la información y comunicación (capacidades y competencias tecnológico-docentes, compatibilización con la dedicación a la gestión, participación en grupos de innovación docente, etc…).

Si en los últimos años hemos asistido a un desarrollo espectacular de técnicas que permiten manipular genéticamente animales y plantas, en el campo de los profesores de universidad estamos en los inicios, pero no por ello el futuro se presenta menos prometedor. He aquí la esquematización del modelo elemental:

 

 

 

 

modelo elemental
modelo elemental

   

 

Así, si en el caso de la manipulación en alimentos, la referencia básica son los organismos llamados “transgénicos”: plantas y animales a los que se ha alterado su estructura electrogenética; en el campo que nos ocupa si bien, por el momento, no es posible hablar de “profesores transgénicos”, sí podemos hacer referencia a algunos trabajos experimentales en equinos cuyas implicaciones en el campo de la docencia pueden resultar de interés (1).

La clonación de profesores, por otra parte, permitiría contar con un gran número de los docentes más preparados y de mayor calidad; lo cual inevitablemente tendría repercusiones inmediatas en cualquier ranking sobre las mejores universidades. Otra aplicación es la posibilidad de contar con muchas copias de profesores modificados genéticamente (en el campo de la docencia, en realidad sería más conveniente hablar de “modificación didáctica”) para que sus intervenciones pedagógicas no produzcan rechazo al ser transplantadas a otros planes de grado o postgrado (xenotransmagister).

La clonación de profesores permitiría además ampliar las posibilidades de manipulación pedagógico-didáctico-tecnológica (2). Las células de las que se parte en la clonación son un material muy adecuado para introducir innovaciones o eliminar determinadas prácticas docentes anticuadas y, por tanto, se ampliarían mucho las posibles introducciones telemáticas y electrónicas que constituyen los grandes retos de la sociedad de la información y comunicación.

El disponer de copias idénticas de determinados profesores sería muy útil para la investigación educativa. Concretamente para conocer con más precisión cómo afecta a los estudiantes la variabilidad didáctico-curricular entre profesores de diferentes campus o, por ejemplo, la presencia de determinadas mutaciones inherentes al desarrollo de la carrera docente (3 y 4).

Es cierto que junto con sus innegables ventajas, la clonación de profesores universitarios presenta también para algunos círculos académicos ciertas objeciones éticas. Las principales se refieren al impacto medioambiental en los campus que tendrían los profesores clonados y a la propia supervivencia del llamado “modelo del buen profesor”. En otras palabras, si todos los profesores son buenos… ¿cómo poder compararlos?… o de otra manera, si hay profesores buenos es porque, a su vez, los hay malos sobre los que podemos comparar y hasta despreciar, si desaparecen los malos o mediocres… ¿dónde vamos a parar?

Resulta, entonces, que la diversidad es una ventaja desde el punto de vista pedagógico, ya que supone para la docencia en su conjunto el contar con profesores de perfil y preparación variados que tengan la capacidad de adaptarse a las condiciones también diversas de diferentes clases, diferentes estudiantes, diferentes títulos…  Quizá por ello existe el temor de que se empobrezca el patrimonio didáctico de las universidades e instituciones de educación superior por la manipulación de carácter clonativo de los docentes y que eso tenga consecuencias irreversibles en el ecosistema educativo, incluso en las posibilidades de alcanzar con éxito la Misión de la propia universidad. Sin embargo, ese peligro no parece inevitable, si se ponen las medidas adecuadas para que se respete la biodiversidad de las aulas y la riqueza natural de las titulaciones de grado y postgrado, los campus y se mantenga siempre como norte un buen Plan Estratégico. La propia normativa que se genere alrededor del hecho de la clonación asegura que los profesores clonados -los buenos profesores- no se producirían indiscriminadamente, sino que estarían limitados a fines de calidad de la docencia.

Por supuesto que también hay ciertas reservas de carácter ético que abordaremos en otro momento, pero baste con un pequeño botón de muestra (5):

We are not machines. Nor are we simply an amalgam of chemicals to be manipulated.

The classical world view that Descartes rejected actually had it right when it claimed a special place for the human person in the order of the universe precisely because of a special relationship between all human persons and God. We were made “Imago Dei” in the “image of God.”

In mid-life, unlike Descartes, at least Pascal became interested in religion and wrote the phrase now so often attributed to him “Within each one of us there is a God-shaped vacuum that only God can fill.” In fact, the phrase is probably better attributed to an early Church father named Ambrose. It is a great summary of the existential angst revealed throughout all of human history. That hunger, found within every human person, cries out for a deeper meaning to our life. Beginning to search for this deeper meaning is the prelude to authentic religious conversion and the path to becoming fully human.

 

 

(1)     Deborah J Guest, Jennifer C Ousey, Matthew RW Smith (2008): Defining the expression of marker genes in equine mesenchymal stromal cells. En Stem Cells and Cloning: Advances and Applications. November 2008.

(2)     Zinnia Rahman; Yosuke Shida; Takanori Furukawa; Yota Suzuki; Hirofumi Okada; Wataru Ogasawara ; Yasushi Morikawa (2009): Application of Trichoderma reesei Cellulase and Xylanase Promoters through Homologous Recombination for Enhanced Production of Extracellular ß-Glucosidase I. En Bioscience, Biotechnology, and Biochemistry. Vol. 73, No. 5.

(3)     Copeland D, Bigner D. (1977). The role of the subependymal plate in avian sarcoma virus brain tumor induction: comparison of incipient tumors in neonatal and adult rats. Acta Neuropathol (Berl), 38:1–6.

(4)     Copeland D, Vogel F, Bigner D. (1975). The induction of intractranial neoplasms by the inoculation of avian sarcoma virus in perinatal and adult rats. J Neuropathol Exp Neurol, 34:340–58.

(5)     Deacon Keith Fournier (2002): Raelians, Catholics and the Clone Age. http://www.catholic.org/featured/

 



  1.   marlowe says:

    Todo esto… ¿es científico desde un punto de vista conceptual?

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